domingo, 9 de octubre de 2011

Gritos en el espacio

Sé que no es bueno odiar y tampoco sale de mi interior de manera natural y espontánea. Pero a veces uno desea que le salga ese sentimiento para poder justificar y liberar temores y rencores. Pero no ha de ser así. Puede llamarse una traición a los sentimientos, aunque alterando el punto de vista podría ser otra cosa. Incluso el juicio podría cambiar dentro de pocas semanas. Un día pensé que soñaba matarte, pero algunos investigadores dicen que los que aparecen en los sueños son proyecciones de uno mismo, por lo que estaría asesinando una parte de mí. ¿Es bueno, justo o legal? Para nada, pero eso es lo que nos hace humanos.

No te culpo por nada, ojalá pudiese hacerlo, pero sería hipocresía. Es el resultado que aventuré y obviamos deliberadamente tras mucho tiempo de meditación. No es un acto de prepotencia, era la verdad que pasamos por alto para alcanzar la ansiada felicidad. Entiendo que malinterpreté, o quizás intento convencerme de ello, porque ciertos sentimientos no son malinterpretables a pesar de que sean propensos a cambiarles el nombre. Pero la palabra no altera el sustrato. Lo creo con todas mis fuerzas. Ahora no son precisas palabras de ánimo, sino la concepción de que la única salida es seguir adelante. ¿Enfadado? Puede ser, pero creo que es más conmigo mismo que contigo. Enfado porque tras ser reacio me obligué a abrir la coraza para que pudieses observar mi interior. Enfado por descubrir que te gustaba el interior. Enfado por ser un idiota que tardaba en darse cuenta de los hechos y obrar egoístamente más días de lo que sería prudente. Enfado porque sopesaste la verdad que ignoramos y seguiste un camino que era dispar al mío. Enfado por dejar la herida abierta, no por este hecho sino enfado hacia mí mismo por cerciorarme de que por mucho esfuerzo y por mucho bien descubierto al final no ha servido para nada. Enfado porque quiero tomar un nuevo rumbo y aún estoy aprendiendo a hacerlo. En total, tengo yo más culpa que tú, y no es victimismo, es un hecho demostrable que lo que pienso muchas veces no concuerda con la realidad.

Cierto día prometí no olvidar y esa promesa la llevaré hasta el final. Pero no olvidar no quiere decir que tenga que recordar cada segundo. Déjame volar. Déjame refunfuñar. Deseo ser libre para volver a caer en los mismos errores. No deseo mal para nadie, quiero que la vida de cada uno sea feliz y libre, porque en el futuro está la solución, en la vida creada paso a paso, segundo a segundo y sueño a sueño.

-

Publicado originalmente el  28-06-2010

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Diario de Viaje: Peñafiel (Febrero de 2023)

 Pues casi sin reponernos del viaje navideño a Portugal tocó otro gran viaje. Mi mujer tuvo que ir a un curso a Santander y yo hacía décadas...