martes, 11 de octubre de 2011

¿Ley Sinde? No, gracias

En primer lugar voy a romper una lanza a favor de la propuesta de esta ley. Estamos acostumbrados a ser pillos y vividores al más puro estilo Lazarillo de Tormes. Nos viene de antiguo intentar conseguir las cosas muy baratas o gratis y elegir esta forma de vida, ya sea fraudulenta o no. No se puede ningunear los derechos de autor y lucrarse gracias a ellos indebidamente o darse el gustazo de no haber pagado. Incluso yo profeso esto. Pero una cosa es pagar por lo que consumimos y otra es que nos declaren culpables antes de mirar nada y que pidan tanto dinero como el que empresas discográficas y cinematográficas están haciendo. Hay portales en Internet que por muy poco dinero venden música legalmente y no piden la millonada que los "artistas" de la SGAE quiere que se pague. Necesitan tal cantidad de dinero porque no hacen nada de calidad y lo que pierden por un lado quieren ganarlo por el otro. Si haces cine, por ejemplo, para las subvenciones y no para el público afronta las consecuencias. Muchos artistas incluso prefieren que la gente se baje gratis su música porque ganan más por entradas de concierto y al descargar se dan a conocer. Otros como que intentan demonizar e insultar porque no venden desde hace años, no dándose cuenta de la poca calidad de su creación y achacándolo todo a las descargas ilegales.

El canon es algo injusto. Tienes que pagar antes que delinquir, incluso si la venta es para otra cosa. Es de locos. O que haya una policía política al más puro estilo dictadura: si te ven infringiendo la ley te juzgan y condenan, saltándose la prerrogativa de juicio y condena que es propia del Poder Judicial. Da asco y miedo sólo de pensarlo. Porque si empiezan por ahí, ¿dónde terminarán de recortarnos derechos? La minstra Sinde, directora de un cine mediocre y catapultada al poder, quiere congratularse con quien está de verdad detrás de todo y quiere exprimir al ciudadano: las discográficas y productoras. Si un CD no llega al euro ni en broma, ¿por qué cuesta tanto un disco verdadero? Algunos ingenuos dirán que va para el artista. Pues no. Creo que hay una ley antigua en la que el artista siempre cobra una cantidad (ínfima porque data quizás de los tiempos de Franco y la inflación hace que mil pesetas de 1975 no valgan 6,01 € de 2011) quedando el resto para la discográfica, que día a día sube el precio de discos y siguen ganando más por no hacer casi nada. Así son las cosas. Y más si existe una presión por crear en España una ley restrictiva. Presión por parte de Estados Unidos, que en el mismísimo The Economist tacha a los habitantes del Reino como Piratas del Caribe y holgazanes. Señores, si las cosas fuesen bien y se promocionasen los centros de descarga, si los precios de entrada al cine o venta de disco fuesen más baratos y si las discográficas perdieran (incluso también si desaparecieran) todo su poder de decisión, las cosas no hubiesen llegado a esto. No es justo que ni siquiera puedas adjuntar fotos o vídeos en tu blog para que los demás se informen o sonrían sin temer que al no avisar al creador y "lucrarse" por mostrar gratuitamente algo no hecho por ti; puesto que el miedo a infringir te llena cada fibra de tu ser y te coacciona. Porque si te pillan te dan con un palo. Y si no que pregunten a las verbenas de pueblos y a las discotecas de una boda que también les han caido multas por amenizar una reunión. Lo que van a conseguir coartando nuestra libertad es que dejemos todas nuestras creaciones en servidores extranjeros, beneficiándolos y promocionándolos.

Lo que incluso llega a repugnar es que los partidos políticos tradicionales se hayan bajado los pantalones. Han votado religiosamente (está bien, ha sido en la segunda votación de la propuesta, ya que en la primera salió desestimado el proyecto) su aprobación para veinte minutos después todos y cada uno de los diputados más reconocidos por los medios de comunicación la hayan criticado hasta las bases. ¿Por qué dices que estás en desacuerdo con la ley y después la votas favorablemente? ¿No debería uno ser coherente o hablar y demostrar lo que piensas ejerciendo el voto consecuentemente? En mi pueblo hay una palabra para eso: hipocresía.

Los artistas y las discográficas han de darse cuenta. Los tiempos han cambiado y la gente se comunica y discurre por otros derroteros. Con ignorarlos no van a desaparecer. o se adaptan o se destruyen a sí mismas. Que es lo que no quieren porque saben muchos de ellos que no tienen calidada para sobrevivir por su cuenta en este mundo. Algunos artistas han recapacitado y rehuido de la ley, aunque siempre habrá una cantidad que lo hace no por convencimiento, sino para arrimarse al árbol que da buena sombra. Sinde, si esto lo has hecho por congraciarte con las cinematográficas estadounidenses deberías dimitir ipso facto. Y las discográficas, ¿qué es eso que algunas fabriquen discos vírgenes y grabadoras? ¿No es jugar a dos bandas? ¿Entonces de qué os quejáis? A cada cerdo le llega su San Martín.

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Publicado originalmente el  25-02-2011

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