lunes, 10 de octubre de 2011

El amor

Tras unas pequeñas vacaciones para que el blog no ebullese de tantas noticias voy a escribir más. No olvidemos que en este mundo hay más cosas que historia y política, por supuesto. Hablemos hoy del amor, ¿vale?

Evolutivamente ha de ser evidente que el amor ha de existir entre especies que usen la reproducción sexual. Soltar esporas a lo loco no creo que requiera de una atracción por la que la molécula autorreplicante de ácido desoxirribonucleico desea mezclarse con otra por si las condiciones ambientales cambian drásticamente. Creo que no hay demostración, o es una corriente de pensamiento, pero de ahí queda (parece ser) que el macho intente diseminar su ADN por todos lados y la hembra acaparar el mejor. Claro que esto no quiere decir que sólo haya un único "mejor". Los procesos entonces pueden parecer claros hasta que llegamos al ser humano en donde podemos estudiar y racionalizar ese proceso de reacciones bioquímicas en diversas partes del cerebro que dan una respuesta de atracción física fatal. Un deseo de estar siempre con una persona, de agradarle, de sentirse bien en pareja y avanzar durante un lapso de la vida en unión. Descripción fría como pocas, pero en resumen es así, ¿o no?

Pero si uno atiende menos a la anatomía y sus procesos y tira más por los sentimientos originados lo ve como un estado especial de dependencia. Algo que sin querer aparece; si no se planea sale de manera fortuita y de grata sopresa. Vas conociendo a la pareja, te va abriendo poco a poco su manera de ver las cosas, la empatía surge y aprendes a escuchar y sentir lo que ocurre dentro de otra persona. Ideas quijotescas empiezan a desaparecer para acercarte en la convivencia. Se liman asperezas hasta que vas quitando tus defectos o se van perdonando. Cada día se hace insufrible si no ves a la persona amada. Sabes que cada uno ha de tener su espacio y para ser benévolo lo intentas pero siempre con la mente de estar mucho tiempo a su lado. Algunos ceden y olvidan su mundo anterior, familia y amigos; otros intentan congraciar ambos mundos. Si uno se lo plantea bien, tarde o temprano las cosas pueden combinarse perfectamente. Porque hay confianza y sin confianza nada es útil.

Los científicos claman que el amor dura 4 años hasta que se convierte en el sustrato remanente de costumbre y amistad. Debe ser estadístico o muy frío, puesto que puede ser que sea otro tipo de amor, ¿quién sabe? Pensar en el final a veces no es bueno y es mejor vivir el día a día. Un día se ignoran datos y otros se toman en cuenta. Así es la vida, nunca monocolor.

¿Y cuando el resto del mundo lo ve como algo malo tu relación? Hay que hablar y dar a entender lo que pasa, pero quien no quiere escuchar no se le puede obligar a ello. Una relación a veces va lenta y otras rápido, todo depende de sus integrantes (generalmente dos) y cuando participan más de la cuenta esto aboca a un fracaso inmediato. Así que mi consejo es: amad todo lo que podáis, porque aunque la explicación científica sea carente de alma es de las cosas más bonitas que le puede ocurrir a uno, porque con moderación todo es bueno, ciertas cosas más que otras.

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Publicado originalmente el  29-10-2010

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