martes, 11 de octubre de 2011

Regionalismo Andaluz

Hace un mes escribí un artículo referente al nacionalismo andaluz, por lo que para abrir este mes voy a dedicarme a hablar algo sobre el regionalismo andaluz, de surgimiento decimonónico debido a la lucha contra el centralismo imperante, las ideas novedosas del romanticismo y la pasión federalista de la I República. Todo ello tiene sus orígenes ya en la guerra de la Independencia con el afán y proliferación de las Juntas Supremas que se crearon en Andalucía por la entrada del ejército francés. El ideal regionalista siempre tuvo en cabecera a las clases burguesas y especialmente en Andalucía no tuvo mucha repercusión en las clases obreras.

Los orígenes del regionalismo se pueden situar en el siglo XIII con la fundación de la Notaría Mayor de Andalucía, creación de Alfonso X y que la separaba de la de Castilla y León, debido a que era necesaria una mayor atención a la zona fronteriza con Granada (con las correrías típicas) y al proceso de emigración del norte hacia las tierras conquistadas y la parcelación de los terrenos. Ya en 1641, en la plena decadencia de España en el reinado de Felipe IV, hay una conspiración para independizar a Andalucía del Reino y proclamar como soberano al Duque de Medina-Sidonia. Éste contaba con la colaboración de varios nobles y algunos descendientes de los musulmanes granadinos. De todas formas, parece que fue más en tono de amenaza para centrar la atención sobre esta tierra que un intento serio de independencia, aunque aún hay varias controversias. Sin embargo, la conspiración partió del estamento nobiliar y nunca contó con el entusiasmo del resto de estamentos de los reinos andaluces. Aparte de las posteriores juntas que clamaban independencia contra Francia se ha de tomar en consideración la constitución de la Junta Suprema de Andalucía con sede en Andújar en el año 1835. Su fundación se debe a la crisis aparecida a la muerte de Fernando VII y la confrontación entre liberales y absolutistas arracimados en torno a Isabel II en el primer caso y Carlos V en el segundo. La Junta se declaró liberal en esta I Guerra Carlista y tenía potestad de comunicación directa con Madrid (hay que tener en cuenta que esto no cayó bien en la capital y que empezaron intentos de desmantelar la Junta, cosa conseguida por Mendizábal).

Posteriormente, en plenos inicios del Sexenio Revolucionario se llevó a cabo en 1869 un pacto federal en Córdoba con miras a la creación de una república federal que se verían realizadas en 1873 donde se pretendía la creación de dos Andalucías: la Alta y la Baja. Aquí no fueron menos los postulados cantonalistas, destacando la resistencia de Málaga durante mucho tiempo. Algunas corrientes, en 1883, idearon la separación de Andalucía de España y su constitución en una República Cantonal, ya que en esta época había multitud de nostálgicos del proyecto republicano. La Constitución de Antequera era el proyecto final, enmarcado en numerosas revueltas campesinas y represiones militares. Según me comentaron, fue ideada por una mayoría no andaluza. Junto a la labor política se unió otra cultural, en la que grandes eruditos (Bejarano, los Machado, De las Cagigas) empezaron a indagar en el folklore andaluz, más allá de los rasgos superficiales. Guichot escribe una historia de Andalucía con una atención especial al periodo islámico. Todo esto contribuye al inicio de una incipiente consciencia de Andalucía, más allá de los sentimientos provincialistas.

Tras las prometedoras ideas de 1883 la Restauración acabó imponiendo su punto de vista, ya sea por poseer mayor fuera e influencia, ya sea por las innumerables consideraciones de los cantonalistas y su impotencia de ponerse de acuerdo. Por lo tanto, parece que la identidad andaluza sólo permanece en la cultura y tradiciones, sin existir una persona prominente que hable por ella.

Esto cambia en 1910 con el auge del regeneracionismo (corriente que intenta modificar al país tras el desastre de la guerra con Estados Unidos). Se llevan a cabo Juegos Florales con atención a la cultura andaluza y empiezan a abrirse Centros Andaluces, teniendo el punto álgido en 1915 con la publicación de El Ideal Andaluz, dirigido por Blas Infante, que indica que existencia de una identidad andaluza que puede llegar a crear la Mancomunidad de Andalucía al llevar a cabo una cohesión de las administraciones provinciales. La Asamblea de Ronda es el punto donde se acercan posturas (de manera más o menos fructífera) y se presentan los símbolos andaluces, tales como la bandera y el escudo. Con la llegada de la II República se creó la Junta Liberalista de Andalucía, que proponía un régimen federal y dando vida a las antiguas asociaciones y centros andaluces. A imitación de Cataluña se pretendió la consecución de una autonomía, cosa iniciada por municipios sevillanos, aunque la iniciativa no terminó prosperando, debido a las ideas de nuevo centralismo de Sevilla, las iniciativas paralelas de Granada, Jaén y Almería y las acciones de Huelva por unirse a Extremadura. En 1932 se pretendió que sólo se delegasen las tareas administrativas pero en Córdoba al año siguiente se sentaron las bases para el Estatuto, de claras influencias gallegas y catalanas. La repercusión en la población general nunca fue elevada, ya que regionalistas y federalistas se expresaban en los medios andalucistas, que no estaban muy difundidos. También que las bases no sentaron bien a los representantes de Jaén, Almería y Granada, que abandonaron la Asamblea y los de Huelva indicaron sus reticencias. Todo el proceso se congeló hasta 1936 en donde se crearon plataformas de apoyo y se potenció la difusión de las ideas autonomistas. Debido a que Blas Infante nunca promovió la fundación de un partido político andalucista, las reticencias de las provincias orientales y el inicio de la Guerra Civil, el proceso quedó desarticulado.

La dictadura centralista anuló todo intento identitario que no fuese el español y no fue hasta 1973 cuando se fundó el Partido Andalucista (llamado entonces PSA) con claras propuestas nacionalistas. A pesar de tener poca influencia la corriente de esa época era favorable a un inminente proceso autonomista en toda España, desencadenando el 4-12-1977 en una multitudinaria manifestación por la autonomía y el pacto de los partidos políticos en conseguir cuanto antes un consenso para la redacción del Estatuto. El referendum del 28-2-1980 puso de manifiesto que la mayoría pretendía una autonomía mediante el artículo 151, con mayores cesiones de competencias y la consideración de nacionalidad histórica. UCD se opuso a ello, promoviendo la entrada por el 143. Incluso hubo movimientos que proponían la creación de Andalucía Oriental, ondeando banderas propias en las manifestaciones. Pero finalmente la redacción del Estatuto contempló la capitalidad del Ejecutivo y Legislativo en Sevilla, mientras que el Judicial se asentaba en Granada. El 20-10-1980 hubo otro referendum en el que se aprobó el Estatuto concibiendo a Andalucía como la unión de las ocho provincias. Ya en el siglo XXI se alzaron voces para la modificación de aquél, objetivo conseguido en 18-2-2007 y con la aparición en el preámbulo de la definición de Andalucía como realidad nacional.

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Publicado originalmente el  07-02-2011

6 comentarios:

  1. Pueblo Nacionalista Andalusí21 de septiembre de 2013, 21:14

    El País Andalusí, y por tanto la nación, no debe de mirar hacia atrás con ira. Solo lo hará como cultura para sus hijos y para que nunca vuelva a ocurrir lo ocurrido. El País Andalusí solo mirará al futuro.

    Pakiyo.

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    Comentario original hecho el 26-06-2011

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  2. Correcto, si no usamos el pasado para aprender de él, tratándolo con respeto y admiración debida, estamos marcando un futuro desastroso.

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    Comentario original hecho el 27-06-2011

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  3. http://pueblonacionalistaandalusi.blogspot.com/21 de septiembre de 2013, 21:17

    PUEBLO NACIONALISTA de ANDALUSÍ abomina y rechaza toda la parafernalia diseñada y ejecutada por los poderes oficiales de España durante los últimos 35 años…

    a) PUEBLO…, solo reconoce como veraz y ajustado a derecho histórico los colores verde y blanco…


    c) PUEBLO…, considera una burla la designación del 28 de Febrero como “Día de Andalucía” ya que la misma…

    d) PUEBLO…, considera un insulto a los hijos de País Andalusí y un repugnante desprecio hacia el cierto y constatado analfabetismo de su pueblo el adjudicar a Blas Infante el título de padre de la patria andaluza…

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    Comentario original hecho el 06-10-2011

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  4. Leyendo el enlace. Saludos

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    Comentario original hecho el 06-10-2011

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  5. la informacion esta muy bien pero lo que yo intentaba buscar era la respuesta de una pequeña pregunta te recomiendo que para la proxima vez lo resumas y me pueda servir de ayuda

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    Comentario original hecho el 02-03-2013

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  6. Hola, siento que no te haya sido de toda la ayuda posible esta entrada.

    Desconozco cuál es la pregunta y esta entrada seguramente se hizo antes de formular la pregunta, por lo que es normal que no encaje a la petición hecha.

    Saludos

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