sábado, 8 de octubre de 2011

Mad Max II, El Guerrero de la Carretera

Antes de todo, los primeros artículos (que están en lo más bajo de la página) ya no están. Puede ser que la cantidad de artículos escritos los haya hecho desparecer. Para leerlos sólo es necesario pinchar en uno de los enlaces de los meses que aparecen en la parte derecha de la página. Una vez explicado, vamos al meollo.

Varios años han pasado desde los últimos acontecimientos. Los Estados terminaron por desaparecer, debido a que los Gobiernos fracasaron en el intento de reconstruir el mundo anterior al agotamiento del petróleo. Ya nadie queda tampoco para formar un atisbo de estructura civilizada, todos han huido de las ciudades y han formado grupúsculos y tribus con el afán de sobrevivir a este nuevo comienzo. Pero partir desde cero conlleva fuertes consecuencias: no todos están por la labor de vivir y dejar vivir. Max Rockatansky comprueba todos los días este último punto. Encanecido, sólo, aún con su pierna izquierda maltrecha, intenta eliminar a todos sus adversarios para conseguir algo de gasolina que le permita seguir con vida un día más. A bordo de su Interceptor V8 y con la única compañía de un perro banduendo intenta hacerse un hueco en este caos para suplir la falta de familia. En uno de sus viajes conocerá al Capitán Giro, un pícaro aviador que para evitar que Max lo mate y le robe la gasolina le da a conocer que en las cercanías existe una pequeña refinería de petróleo, quizás la última de la extinta Australia. El problema es que está fuertemente custodiada por los hombres de Papagallo, un grupo que lo único que quería era sobrevivir a base de comerciar con la gasolina. Pero esto ya no puede ser, ya que aparte del Capitán Giro otros conocen la ubicación de la refinería. La tribu de Humungus, un antiguo militar deforme reconvertido a cabecilla de delincuentes, quiere apoderarse de la refinería a toda costa, matando incluso a los que están en ella. Max, una vez al tanto de esto, duda en seguir en solitario tras conseguir algo de gasolina y evitarse problemas o de retomar el papel de antiguo policía en su misión de salvaguardar a los inocentes.

Tras la explicación sobre lo que pasó en la Tierra y los recuerdos de Max cuando aún trabajaba para un moribundo Estado comienza la película. Max se ve envuelto en una persecución con los hombres de Humungus, en un intento por evitar ser cazado y muerto, o lo que es peor, que lo dejen vivo pero sin gasolina. Max ha de emplearse a fondo para salir de este trance.

Una secuela mucho mejor en mi opinión que su predecesora, con algo más de presupuesto y efectos especiales. La saga entra en el escenario por la que pasó a la fama. Un mundo post-apocalítptico sin ciudades, sólo desierto y asfalto y multitud de maquinarias que intentan hacerse pasar por automóviles. Crueles enemigos contra gente que sólo quiere sobrevivir e intentar retomar las riendas de su vida. La estética punk y sadomasoquista inunda la pantalla, junto a los protectores que se usan en hockey sobre hielo. Un Max caracterizado con sus canas y su visión pesimista del mundo hacen entrar al espectador en la duda de si es mejor ir por su propia cuenta para lograr salvar el pellejo en un mundo como ése o actuar según unos ideales éticos que ya no tienen validez en un mundo que no posee civilización.

-

Publicado originalmente el 05-10-2009

1 comentario:

  1. Qué soberbia descripción y análisis de la película. Gracias!!!

    ResponderEliminar

Diario de Viaje: San Sebastián de los Reyes (Febrero de 2023)

 Un frío fin de semana nos motivó aparcar cerca del polideportivo municipal y caminar un largo rato por la dehesa boyal. Sí, estaba lleno de...